por Tomás Cardoso
Me referiré a una enseñanza de Jesús, que ha provocado gran confusión: ya saben lo que decían antes: "no debes cometer adulterio. Pero yo digo, que quien mira a una mujer para codiciarla, ya ha cometido adulterio en su corazón".
Ignoro qué pensará mi lector, pero en cuanto a mí, no ha pasado un solo día de mi vida en que no haya codiciado, no a una, sino a muchas mujeres. Indagar esa discordia ética es el objetivo de esta nota.
Nota completa en la edición impresa de Lilith Nº 13. Aparece en mayo.
viernes, 24 de abril de 2009
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Como en "Civilización y Barbarie" me quedo con "Barbarie"; obviamente en "Monogamia y adulterio" también voto la segunda opción.
ResponderEliminarTiene que ver con lo incorregible, con lo impresentable, con el peronismo, con Jauretche, con Scalabrini...
El resto es una opción de encierro, de encasillamiento, de chatura, de estructura, de rigidez...
Lo revolucionario tiene que ver con dejar atrás las formas, junto a la resaca de la historia.
Viva la chicha y el vino,
ResponderEliminarel adulterio y la mujer del vecino!!!
(Y si Jesús no miró con codicia a María Magdalena, entonces sí su madre es virgen!!!)