por Katia Hayes
Saltan a través de los pliegues
de las recámaras
brotan de las cavernas y se
estratifican en pequeños
gigantes de inspiraciones
que escatiman temores
llevándolos y guiándolos hacia la brecha
de creyentes en ellos
ojos, miles que traspasan la felpuda
alfombra
de sus sueños convertidos en esponja
que al secarse se desarman
ojos, ojos ven la luz del verdor
amante de la piel, amante de los ojos.
Publicado en Lilith Nº 3, primera época. Enero de 1979.
sábado, 18 de julio de 2009
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