por Osvaldo Fasolo
Tocó el tiembre,
salí,
atendí.
- Tengo hambre -me dijo.
- ¿Quiere pan? -pregunté.
- Quiero pan -contestó.
Le di pan,
lo mordió,
lo comió.
Le di más,
mucho más.
- Quero pan -aumentó.
- Se acabó -repetí.
Entonces,
mi mano arrebató,
"para besarla" pensé,
después de tanto,
tanto pan;
pero no:
sacó un cuchillo enorme,
la cortó
y la comió.
Poema publicado en Restos del Naufragio Nº 1, junio de 1987.
sábado, 4 de julio de 2009
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