Por Aldo Pellegrini
Los que parten de la idea de que la convivencia sólo puede lograrse mediante una renuncia a sí mismos, tienen que tomar conciencia de que únicamente existe convivencia entre lo distinto; en el seno de lo homogéneo no hay convivencia, sino tan sólo una masa amorfa en la que las cualidades del hombre individual han desaparecido y, por lo tanto, su participación queda, sin más, eliminada.
de Antonín Artaud, el enemigo de la sociedad
Publicado en Lilith Nº 3, primera época, enero de 1979.
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